Según datos de la asociación ecologista Greenpeace en su informe sobre el estado del litoral español, "Destrucción a toda costa", en 7.880 kilómetros de longitud, lo que supone menos de un quince por ciento de la superficie total de la península, se concentra "un gran ecosistema gestionado de forma caótica por la administración estatal, las autonómicas y las locales".

El 58 por ciento de la población española (23 millones de personas) vive a menos de cincuenta kilómetros del mar, zona que concentra al año a unos cuarenta millones de turistas y que genera el once por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), por lo que los ecologistas resaltan la necesidad de "gestionar la costa de forma integrada y sostenible".

Por ello, "Destrucción a toda costa" refleja las "amenazas actuales y futuras" del litoral, como son las construcciones de puertos deportivos, las edificaciones en primera línea de playa o los vertidos tóxicos a aguas fluviales.

A partir de estos datos, Greenpeace ha elaborado un decálogo para que el Ministerio de Medio Ambiente y las comunidades autónomas preserven el espacio natural, "y en lo posible, mejoren la situación actual", y entre las medidas que sugiere está la evaluación conjunta por ambas administraciones del estado de la costa española.

Otras soluciones son la protección de aquellas zonas que aún no lo están "pese a su singularidad biológica o cultural", el establecimiento de planes de eliminación de sustancias tóxicas en los vertidos de aguas residuales o la recuperación de los sistemas que de forma natural frenan la erosión costera.

Según el director ejecutivo de Greenpeace, Juan López de Uralde, "la aplicación de las medidas que proponemos de forma urgente conseguiría que la situación del litoral, al menos, no continuase empeorando".