Fuente: Madrid/Geoscopio.
La II Convención del Sector Eléctrico reunió a representantes de las más importantes empresas eléctricas y energéticas de España, que plantearon los retos actuales en cuanto a desarrollo sostenible y respeto al medio ambiente, tecnologías de mayor calidad y garantía del suministro, en el marco de un mercado común europeo.
El sector energético en general, y particularmente el sector eléctrico, se ha transformado profundamente en la última década. Las empresas eléctricas han debido readaptar sus estructuras, diseñar nuevas estrategias y enfrentarse a retos y a riesgos hasta ahora desconocidos.
Según Rafael Miranda, Consejero Delegado de Endesa, sigue sin estar resuelta la contradicción entre liberalización y garantía de suministro. Por un lado, los agentes del sector son libres de añadir o no nuevos medios de producción, pero por otro lado el suministro eléctrico es un bien social de gran trascendencia que debe estar garantizado con suficiente seguridad.
El reto de futuro fundamental, por tanto, para el sector eléctrico es conseguir el adecuado equilibrio entre por un lado el proceso de liberalización, con lo que supone de libre iniciativa empresarial y asunción de riesgos, y por otro lado la necesidad social de una garantía y calidad de suministro suficientes.
Las fronteras han desaparecido para el desarrollo de la actividad de las empresas energéticas, como ha ocurrido en el resto de sectores económicos. Desde mi punto de vista, por tanto, el reto fundamental que afrontamos en el contexto de la "globalización" es la creación de un verdadero mercado común europeo del gas y de la electricidad.
La condición de proporcionar un suministro ilimitado de energía a bajo precio en condiciones de impacto mínimo sobre las condiciones de vida de los ciudadanos es una ecuación de difícil solución, que exigirá que se alcance un "pacto social" entre las administraciones (local, autonómica y central) y los agentes económicos y sociales.
En España hoy la energía eléctrica tiene un nivel de fiabilidad del 99,96%, superior al de cualquier otro servicio público, pero el mantenimiento de este nivel exigirá la instalación de nuevas infraestructuras, cuya autorización y construcción deben agilizarse.
El importante esfuerzo inversor que están haciendo las empresas eléctricas españolas para asegurar la calidad del suministro. En el caso de ENDESA, las inversiones en su red de distribución se cifran en cerca de 3.000 millones de euros en el período 2001-2005.
Para hacer frente al resto de los retos, también el sector eléctrico está avanzando en el desarrollo tecnológico que permita un suministro de mayor calidad y menor coste. La mejora continua en la producción de energía eléctrica mediante fuentes primarias renovables, como la eólica, la biomasa o la solar. El desarrollo de tecnologías de producción distribuida, basadas en pequeñas unidades locales a coste competitivo y con escaso impacto ambiental. El amplio rango de opciones en desarrollo actualmente, deberá concretarse en la más eficiente que bien pudiera ser la célula de combustible. La investigación sobre materiales "superconductores" que pudieran mejorar la eficiencia de las líneas de distribución.
En el caso español, las mejoras conseguidas han sido espectaculares en los últimos 4 años:Entre 1996 y 2000, ENDESA, por ejemplo, ha reducido un 38% los costes unitarios de operación y mantenimiento en generación y un 30% en distribución y nuestro objetivo es reducir un 20% adicional en 3 años. La industria eléctrica española es una de las más eficientes de Europa .
En definitiva, los retos futuros del sector eléctrico se centran el necesario equilibrio entre liberalización y garantía se suministro, la armonización legal y regulatoria que permita la creación de verdaderos mercados eléctricos transnacionales y el desarrollo tecnológico y la mejora de la eficiencia.
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