Fuente: Madrid/Geoscopio.
El nuevo informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA)pretende ayudar a los países a cumplir la Directiva comunitaria sobre vertidos de residuos. Con esta legislación se intenta limitar progresivamente los residuos municipales biodegradables (RMB) destinados a los vertederos.
Una de las conclusiones a que llega este informe es que toda estrategia nacional que pretenda reducir la cantidad de los residuos municipales biodegradables que acaban en un vertedero debería pasar por la formulación de un paquete integral de medidas: recogida selectiva, imposición fiscal y compostaje centralizado, así como procurar la existencia de mercados para el compost y otros productos finales.
El informe, titulado Biodegradable municipal waste management in Europe (Gestión de los residuos municipales biodegradables en Europa), es un compendio de informaciones relativas a la producción y gestión de los RMB en Europa occidental y a las distintas estrategias e instrumentos utilizados para favorecer soluciones alternativas a los vertederos.
Se consideran RMB los desperdicios alimentarios y los desechos de jardín, el papel y el cartón, los textiles, la madera y otros residuos biodegradables, así como los muebles de madera, de origen doméstico o municipal.
Los países que han conseguido reducir de forma importante la tasa de RMB recurren a una combinación de recogida selectiva (o recogida de los RMB por separado de otros flujos de residuos), tratamiento térmico (básicamente en forma de incineración), compostaje centralizado y reciclado de materiales.
Según el informe, la clave para reducir el índice de eliminación de residuos en los vertederos al tiempo que se incrementa el grado de reutilización, reciclado y compostaje, parece ser la ubicación generalizada de instalaciones para la recogida selectiva, además de la existencia de mercados adecuados para los materiales recogidos.
Se recomienda en el informe que las estrategias nacionales estudien la posibilidad de separar en origen los RMB de otros residuos. Una estrategia eficaz requiere asimismo, se apunta, gravámenes fiscales y restricciones al vertido e incineración de determinados residuos.
Algunos países han aprobado, o están pensando en aprobar, prohibiciones rotundas de vertido de todos aquellos residuos municipales que sean biodegradables, mientras que otros han introducido impuestos que encarecen el vertido, con vistas a hacer de la valorización una alternativa económicamente más viable. Lo mejor sería, siempre según el informe, combinar las restricciones progresivas a vertidos con un sistema de imposición fiscal que los grave de modo que éstos pierdan todo atractivo económico.
Para más información:
Enviar la noticia a un colega