Según ha informado el Instituto para la Sostenibilidad de los Recursos-CER, se ha aprobado el Plan que dará solución a la problemática social y medioambiental generada por este tipo de residuos.

En la actualidad, en la isla se generan 788.827 t/año de este tipo de residuos procedentes del sector de la construcción, que desarrolla una intensa actividad; de los planes de derribo controlado y remodelación previstos para el embellecimiento de zonas de primera línea de playa; de las industrias de cerámica y de la roca ornamental; y de los fabricantes de materiales de construcción.

El vertido de estos residuos, destino tradicional, y por tanto la falta de reutilización y reciclaje de materiales, provoca el desaprovechamiento de los recursos contenidos. Además, la existencia de vertido incontrolado contribuye seriamente a la contaminación del suelo, así como de aguas superficiales y subterráneas, también influye en la destrucción de cobertura vegetal y en la degradación de la calidad paisajística.

Los principios en los que se basa el Plan Director Sectorial (PDS) coinciden con el principio de jerarquía: minimización de la generación de este tipo de residuos; reutilización en la medida de lo posible de los residuos generados; valorización material y valorización energética y por último disposición controlada de aquellos residuos que no pueden ser reutilizados ni valorizados.

Se establece un plan de formación ambiental para los productores de residuos y la responsabilidad de los éstos sobre su gestión; una serie de instrumentos para potenciar la valorización; fomentar el uso de los residuos de construcción y demolición no reciclables como materia prima para restaurar canteras; prohibir el vertido de estos residuos sin tratar; y habilitar las infraestructuras necesarias en emplazamientos estratégicos, definiendo las características técnicas mínimas para la gestión de estos residuos.

Para el año 2006, el Plan fija un objetivo para la recogida controlada de los tres flujos de residuos del 100%. Además, para los residuos de construcción y demolición, se establece una reducción de cómo mínimo de un 10%, una valorización del 70% y que el vertido controlado máximo sea del 30%; para los neumáticos fuera de uso, se prevé una reducción en la producción del 5 %, una recuperación energética del 65% y la prohibición total de vertido; para los residuos voluminosos el objetivo previsto es del 75% para la valorización y un máximo del 25% para el vertido controlado.

El calendario para la implantación del Plan sugiere tres fases: las medidas necesarias para fomentar la selección en origen y la reducción se crearán a lo largo de este año; se ejecutarán las infraestructuras previstas para conseguir los objetivos planteados durante el periodo 2002-2003 para que, a finales de 2003, puedan ser puestas en funcionamiento.

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