Fuente: Madrid/Geoscopio.
El Ministerio de Fomento ha finalizado el Proyecto de Código Técnico de la Edificación, que incorpora los objetivos de Kyoto sobre reducción de emisiones contaminantes y fomentará la calidad de la edificación incluyendo las normativas más avanzadas e innovadoras.
El Ministerio de Fomento, de acuerdo con lo establecido en la Ley de Ordenación de la Edificación, ha culminado los trabajos de elaboración del Código Técnico de la Edificación que mejorará la calidad de la edificación incorporando la normativa comunitaria.
El Código Técnico de la Edificación es el conjunto de normas que deberán cumplir los edificios con el objetivo de mejorar su calidad. Fijará los requisitos mínimos, en cuanto a condiciones, acústicas, térmicas, estructurales, etc., tanto de los materiales como de las instalaciones, que deberán tener los edificios, todo ello para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
El proyecto de Código está planteado con un enfoque moderno denominado "por objetivos o prestaciones" que son las exigencias que han de cumplir el edificio o sus partes y las características de sus materiales, productos o sistemas.
Así, se establecen, en forma de articulado, las exigencias obligatorias que traducen, en forma de prestaciones, los requisitos básicos de la Ley de Ordenación de la Edificación. El proyecto ha servido para transponer las reglas comunitarias pertinentes, principalmente las derivadas de la Directiva 89/106/CEE sobre productos de construcción y disposiciones de desarrollo.
Con el proyecto de CTE se ha dado respuesta a la seguridad estructural en edificios, mediante nuevas exigencias para sistemas, materiales o técnicas constructivas para las que no existía normativa previa, tales como las cimentaciones, las estructuras de madera, las estructuras mixtas y las estructuras existentes.
En el aspecto medioambiental, se da respuesta igualmente, mediante nuevas y bastante más estrictas exigencias energéticas, a los compromisos de Kyoto relativos a reducción de emisiones de dióxido de carbono.
Igualmente se da respuesta, mediante las nuevas exigencias acústicas, a la creciente demanda social de una mejor y más eficaz protección acústica que la proporcionada por la normativa básica de 1988. Las determinaciones experimentales en obra ahora serán determinantes y las magnitudes de medida se armonizan con las establecidas por la normativa europea.
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