Las aguas residuales de
este tipo de industrias suelen constituir una fuente
importante de degradación de los cauces receptores dada la
elevada demanda de oxígeno que necesitan, las altas
concentraciones salinas y su contenido de productos tóxicos.
Entre las alteraciones
producidas en las aguas empleadas por la industria peletera y
de curtidos encontramos, desde ph ácidos y alcalinos, la
demanda de oxígeno, así como variaciones de temperatura y
color.