El Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino aprueba la mejora y modernización de infraestructura de regadíos en Mengíbar (Jaén)
Jueves, 10 de Julio de 2008
Fuente: Geoscopio/Madrid. El Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino ha formulado la Declaración de Impacto Ambiental favorable a la realización del proyecto "Modernización de infraestructuras de regadío del sector I (A-B) zona regable de Vegas Bajas, en Mengíbar (Jaén). El promotor es la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Según la resolución, que se publicó el pasado sábado 21 de junio en el BOE, el proyecto es viable ambientalmente, siempre y cuando el promotor garantice el estricto cumplimiento y seguimiento de las medidas preventivas y correctoras establecidas en la Declaración de Impacto Ambiental y que se ha deducido del proceso de evaluación.
Este proyecto se enmarca dentro del Plan de Urgencias de Mejoras de Regadío, promovido por el anterior Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación con el objeto de obtener un adecuado ahorro de agua que palie los daños producidos por la sequía.
La superficie afectada corresponde al Sector I de las Vegas del río Guadalquivir con un total de 1193 ha. de riego, ubicadas en los municipios de Mengíbar y Espelúy (Jaén).
De las diversas alternativas para la ubicación de las infraestructuras se ha optado por aprovechar aquellas instalaciones existentes al ser ambiental, económica e hidráulicamente más viable.
Respecto a los impactos más significativos sobre la vegetación y la fauna se ha previsto la restauración con especies de ribera en las márgenes de los ríos, especialmente en la zona del Lugar de Interés Comunitario (LIC) "Tramo inferior del río Guadalimar y Alto Gualdalquivir", así como medidas encaminadas a evitar el atrapamiento de los animales en las balsas (pendientes adecuadas de taludes, instalación de compuertas, vallado perimetral en la base de la balsa, etc).
En la fase de explotación se establecen una serie de medidas en las que cabe destacar el control periódico de la calidad de las aguas subterráneas, revertir los excedentes de agua que se den con el ahorro de la puesta en marcha del proyecto en la mejora de las condiciones ecológicas de los cauces de los ríos, así como creación de filtros verdes en la zona de desagüe de las parcelas.
En relación con la afección al suelo el promotor está obligado a realizar un seguimiento de Buenas Prácticas Agrarias mediante la aplicación del Programa de Vigilancia Ambiental. Además para que sea fácilmente incorporado a las prácticas agrícolas, se propone conjuntamente un Curso de Buenas Prácticas Agrícolas y ecocondicionalidad.
Adicionalmente, en la fase de planificación se ha tenido en cuenta los numerosos yacimientos arqueológicos inventariados que existen en la zona a la hora de fijar la ubicación de las balsas. Además se establece un monitoreo permanente durante el desarrollo de los trabajos para evitar cualquier afección a estos sitios.
Para la integración de las obras en el paisaje se utilizarán pantallas vegetales en los perímetros de las construcciones, así como elementos arquitectónicos de un diseño que se integre en la zona.
En el estudio de impacto ambiental incluye un programa de vigilancia ambiental en el que se detallan todas las especificaciones necesarias para el seguimiento de las obras, así como todas las incidencias que sucedan durante el desarrollo del proyecto.