Este dato ha sido ofrecido en un almuerzo informativo convocado por la nueva presidenta de la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía, Feragua, Margarita Bustamante, quien ha asegurado que esta organización ha hecho una apuesta "muy fuerte" por la modernización de los regadíos. 

Según Bustamante, el ahorro de agua se empezará a notar en la próxima campaña y la gestión de los regadíos con el nuevo sistema, cuyo diseño está "muy avanzado", va a ser "mucho más competitiva" para el agricultor. 

Bustamante, la primera mujer que accede a la presidencia de una Federación de Comunidades de Regantes, se plantea como principal reto en esta nueva etapa el de preservar la unidad de gestión de la cuenca del Guadalquivir, un objetivo que consideran que está en "peligro" a la vista de lo ocurrido en las cuencas Atlántica y Mediterránea, donde los intereses provinciales están "chocando" con los intereses de la cuenca. 

"Nos preocupa mucha la cualificación del personal que asume la gestión, nos preocupa que los 'jefes' sean los políticos, que casi nunca entienden de agua", ha señalado Bustamante, que cree que la transferencia de la cuenca a la comunidad autónoma va a "empeorar la gestión, a juzgar por lo ocurrido con las otras cuencas". 

En concreto, ha lamentado que en los casos citados, los responsables provinciales actúen como "reinos de taifas" y "barran para su terreno", una situación que le preocupa y que le expondrá al director de la Agencia Andaluza del Agua, Jaime Palop, con quien se reunirá mañana. 

Feragua, que aglutina a más de cien comunidades de regantes que suman 300.000 hectáreas de regadío, quiere tener "voz y voto" en los órganos de participación de la administración hidráulica -un mínimo del 20% de representación en los órganos de gobierno y un 60% en los órganos de gestión-. 

Por otra parte, va a exigir a la Junta que cumpla su compromiso de aumentar en más de mil hectómetros cúbicos los recursos hídricos de la región, mediante nuevas obras de regulación que permitan equilibrar el déficit estructural de la mayoría de las cuencas andaluzas. 

Esta federación de regantes rechaza un aumento de la superficie de riego mientras no estén en uso los nuevos embalses, y no se opone a la venta de agua para usos industriales siempre que no sea a costa de la destinada al regadío. 

Respecto a los trasvases, Bustamante ha asegurado que no tiene nada en contra de esta medida "siempre que haya agua suficiente" y que tenga como destino el consumo humano, circunstancias que no se dan, a su juicio, en el trasvase planteado a Almería. 

En cuanto a las nuevas tarifas eléctricas, Feragua ha advertido de que supondrá, como mínimo, duplicar los costes actuales, por lo que ha pedido tarifas "específicas" para los regadíos, ya que son "abusivas" y los pequeños regantes no pueden afrontarlas.