En virtud de este convenio, ambas instituciones llevarán a cabo acciones de cooperación -con la participación y el soporte técnico del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), la Comisión Nacional del Agua de México (CONAGUA) y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA)- con el objetivo de intercambiar experiencias, conocimientos e información en torno al regadío, así como a la estructura constitutiva y operativa de las asociaciones de usuarios. 

Según el presidente de Fenacore, Andrés del Campo, "nosotros también tenemos mucho que aprender de la operativa de nuestros colegas mejicanos. Es llamativo ver cómo de una manera totalmente rutinaria estos regantes intercambian más de un 12% del caudal de riego con otros regantes de su propia comunidad y también con las distintas asociaciones de usuarios. En definitiva, la cesión temporal del agua para riego es algo normal y cotidiano".

Así, ambas instituciones colaborarán en el intercambio de técnicas y métodos que permitan mejorar y solucionar todos aquellos problemas relacionados con la conservación y modernización de la infraestructura hidroagrícola, favoreciendo también el intercambio de información sobre la repercusión que la política agraria de la Unión Europea y del Tratado de Libre Comercio generan, respectivamente, en el regadío español y mejicano.

Estas acciones irán también dirigidas a apoyar y fomentar la capacitación profesional de los usuarios en las prácticas de riego y, en general, en toda actividad que contribuya a hacer un uso racional y eficiente del agua para riego. Además, trabajarán conjuntamente por fomentar la participación de la mujer y de la juventud en actividades de regadío y en sus instituciones representativas, con el fin de evitar el envejecimiento progresivo de la población en las zonas rurales y su desertización a medio plazo.

Este convenio se enmarca dentro de la política de Fenacore de transmitir su experiencia sobre el modelo de gestión de las comunidades de regantes en España y el proceso de modernización de regadíos con el fin de contribuir a extender este sistema de gestión agraria y alcanzar una administración racional del agua de riego. 

En la actualidad el uso eficiente del agua de riego se sitúa alrededor del 38% a nivel mundial, pero deberá alcanzar el 42% en 2030, lo que se conseguirá a través de una mejor gestión, pero también mediante el uso de una tecnología más eficiente y respetuosa con el medio ambiente, por lo que es imprescindible apoyar a los regantes en la modernización de los sistemas de riego. 

Con este objetivo, la próxima Asamblea de la Asociación Iberoamericana de las Tecnologías del Agua y Riego (IBEROAQUA), de la que Andrés del Campo es vicepresidente, tendrá lugar en la ciudad de Méjico en el año 2010. En este encuentro, Del Campo aportará su testimonio y experiencia al frente de la Federación Nacional de Regantes y, más recientemente, de la Comunidad Euromediteránea de Regantes (EIC) para contribuir a la gestión, tecnologías y buenas prácticas en el uso sostenible de los recursos hídricos en Iberoamérica, analizando los problemas presentes y oportunidades futuras, así como estableciendo objetivos específicos que garanticen la sostenibilidad agraria en este territorio.