Esta semana, una vez realizadas las pruebas de llenado del Tramo C, ha comenzado a llegar el agua a la balsa de regulación de Llanera de Ranes (Valencia), perteneciente al Tramo D de la conducción Júcar-Vinalopó. 

Esta balsa de regulación, ubicada junto a la autovía A-35, puede almacenar hasta 51.000 metros cúbicos de agua. El Tramo D discurre a lo largo de 18 kilómetros por los términos municipales de Llanera de Ranes, CerdXátiva, Canals, Torrella, La Granja de la Costera, l'Alcúdia de Crespins, Montesa y Vallada, todos ellos en la provincia de Valencia. 

Una vez realizadas las correspondientes pruebas de llenado del Tramo C (Sifón Barxeta-Xátiva) con recursos hídricos procedentes del río Albaida, la Sociedad Estatal Aguas del Júcar, S.A. (acuaJúcar) ha iniciado, también esta semana, las correspondientes pruebas de llenado de la balsa de Llanera de Ranes. Gracias a una captación provisional en el río Albaida, afluente del Júcar, van a poder llevarse a cabo las pruebas técnicas necesarias a lo largo de 70 kilómetros de trasvase, entre Barxeta y Villena, antes de la puesta en marcha definitiva de la conducción Júcar-Vinalopó, prevista para el año que viene. 

La conducción Júcar-Vinalopó es una infraestructura hidráulica que ejecuta el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM), a través de la Sociedad Estatal Aguas del Júcar S.A. (acuaJúcar), y cuyo principal objetivo es recuperar los acuíferos sobre-explotados del Vinalopó. Se trata, por tanto, de una infraestructura estratégica para la Comunitat Valenciana, y muy especialmente para la provincia de Alicante, que permitirá trasvasar al Vinalopó hasta 80 hectómetros cúbicos de agua al año procedente del curso bajo del río Júcar. 

El grado de ejecución de la conducción Júcar-Vinalopó ronda ya el 90% del total e implica una inversión que supera los 320 millones de euros. Además, cuenta con el respaldo de la Comisión Europea que financia el proyecto con 120 millones de euros.