La congestión que sufre el aeropuerto de Barajas en los últimos años, ha obligado a la búsqueda de alternativas al tráfico aeroportuario de Madrid; la elegida por la Administración consiste en la construcción de dos nuevas pistas, quedando el aeropuerto con una configuración final de cuatro pistas paralelas.

El proyecto, promovido por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea, AENA, incluye otras actuaciones como la plataforma del edificio satélite, el desvío de los arroyos de Tía Martina- La Plata y Valdebebas y el centro de distribución de combustible.

La DIA establece medidas que debe adoptar el promotor para la protección contra el ruido, la mejora de la calidad del aire y la protección del sistema hidrológico, los suelos, la vegetación, la fauna y vías pecuarias.

El promotor deberá realizar diversos estudios de detalle para valorar las repercusiones de las obras en el conjunto del sistema hidrológico de la zona y para caracterizar los suelos, para evitar que se produzcan alteraciones en los flujos de agua subterránea.

También diseñará programas para el control de las emisiones de Nox de las aeronaves y para la sustitución progresiva de los motores diesel de los vehículos de tierra.

AENA elaborará un plan de aislamiento acústico para las viviendas de las áreas afectadas y otro plan para reducir la actividad aeroportuaria y la adaptación a las nuevas condiciones que se deriven de la ampliación del aeropuerto.

Este proyecto, de interés público, afecta a una zona del río Jarama, propuesta como LIC (Lugar de Importancia Comunitaria) y que está prevista su inclusión en la Red Natura 2000.

Por esta razón, el promotor, deberá elaborar un proyecto de medidas compensatorias para garantizar el mantenimiento de los valores ecológicos que han motivado la designación como LIC de la Cuenca del Jarama y Henares y la coherencia global de la Red Natura 2000.

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