Las preocupaciones de los representantes de los cabildos insulares se centraron en la necesidad de acometer la ejecución de los contenidos del PIRCAN, ya que hay conciencia generalizada entre las instituciones insulares de que la gestión de los residuos constituye un sector estratégico en el que hay que intervenir, además de un problema ambiental.

En esta línea, el consejero de Política Territorial y Medio Ambiente, Fernando González, defendió la trascendencia del PIRCAN, al tiempo que insistió en la necesidad de "prepararnos para afrontar la implantación de los planes de residuos especiales, que emanan de las directivas europeas y del Ministerio de Medio Ambiente, y que implican dar respuestas múltiples, adaptadas a cada tipo de residuos".

El PIRCAN, documento base de planificación, tiene por objeto adecuar la gestión actual de los residuos, de cara a garantizar el desarrollo sostenible de la Comunidad Autónoma, racionalizando la gestión de los residuos a través de su reducción, reutilización, reciclaje, valorización y eliminación, así como coordinando las diferentes etapas del proceso e integrando los distintos flujos de generación de residuos.

En Canarias se producen más de tres millones de toneladas de residuos al año, lo que implica que cada habitante de las Islas genera una media de 1,6 kilos de basura al día, superando en un 25 por ciento de la media nacional.

Concretamente, de los aproximadamente tres millones de toneladas que se producen al año, 1.300.000 corresponden a residuos urbanos o asimilables, 1.200.000 a residuos agrícolas y ganaderos, 30.000 a residuos peligrosos y 475.000 a los de construcción.

Del presupuesto global del PIRCAN, que se eleva a 59.000 millones de pesetas, 48.500 millones de pesetas se destinarán a la dotación de infraestructuras y equipos para residuos urbanos y asimilables, que propicien la recogida selectiva, clasificación, compostaje y biometización, a la creación de puntos limpios y plantas de transferencia, así como a la adecuación de vertederos.

Además, está previsto que unos 3.000 millones de pesetas se dirijan a infraestructuras y equipos de residuos especiales que faciliten el almacenamiento, tratamiento específico, descontaminación y valorización de este tipo de residuos; 4.500 millones a la gestión de otros residuos como los sanitarios, peligrosos, ganaderos y agrícolas para su almacenamiento y posterior tratamiento y 3.000 millones de pesetas a programas complementarios.

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