Fuente: Madrid/Geoscopio.
Un comité de expertos internacionales ha establecido recientemente que varios plaguicidas usados habitualmente y todas las formas de asbestos deben incluirse en una lista internacional de productos químicos sujetos a controles de comercio.
El primero de los plaguicidas a los que se refiere el estudio es el monocrotofos. Este insecticida se utiliza en muchos países en vías de desarrollo, sobre todo en Asia, para controlar los insectos y los ácaros de araña en el algodón, los cítricos, el arroz, el maíz y otros cultivos. Como otros insecticidas orgánicos de fósforo, el monocrotofos representa un peligro muy serio para cientos de miles de trabajadores agrícolas y es altamente tóxico para las aves y los mamíferos.
La opinión del Comité Transitorio de Revisión de las Substancias Químicas (ICRC) pasa ahora al Comité Negociador Intergubernamental del Tratado de Rotterdam sobre el Procedimiento de Información y Consentimiento Previos (ICP) para determinadas substancias químicas y plaguicidas en el Comercio Internacional, que se reúne en Bonn del 30 de septiembre al 4 de octubre. Si esta opinión se adopta formalmente, el monocrotofos se incluirá en el Procedimiento de Información y Consentimiento Previos (ICP).
La recomendación de añadir cinco tipos de asbestos aún en circulación a la lista de ICP (una forma ya parte de ella) abre un proceso que finalizará en 2003. Entre los atractivos del asbesto se encuentran su elevada resistencia de tensión, su carácter fibroso, la resistencia al calor y la química inerte. Hace tiempo se utilizaba mucho para el aislamiento de las casas y material especializado, pero ha sido eliminado en muchos países cuando se supo que sus fibras diminutas pasaban, mediante la inhalación, a los pulmones de los trabajadores y de los residentes y que provocaba cáncer, otras enfermedades y muerte.
El Comité ha comenzado también el proceso para incluir en la lista a otros plaguicidas como Granox TBC y Spinox T, una mezcla de fungicidas y el insecticida Carbofuran, altamente tóxico. Este caso fue iniciado por Senegal (en el caso de "fórmulas de pesticidas altamente peligrosas" se requiere sólo un país notificador para comenzar el proceso de inclusión). Alertado por los datos crecientes de enfermedades y fallecimientos, el gobierno empezó a trazar el mapa de los casos de envenenamiento rural.
La cuarta substancia química, DNOC, es un fungicida e insecticida que elimina las algas. Su toxicidad es muy elevada para los seres humanos y representa también un grave peligro para otros organismos.
Unas 70.000 substancias químicas se encuentran disponibles en la actualidad en el mercado y cada año se introducen otras 1.500. Esto representa un reto de envergadura para muchos gobiernos a la hora de controlar y gestionar estas sustancias potencialmente peligrosas. Muchos plaguicidas, que han sido prohibidos o cuyo uso ha sido severamente restringido en los países industrializados, se siguen comercializando y utilizando en las naciones en vías de desarrollo.
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