Fuente: Madrid/Geoscopio.
La Consejería de Agricultura y Pesca de Andalucía ha comenzado, en colaboración con el sector, el diseño de un programa medioambiental para el cultivo del algodón. El plan, que da cumplimiento a los objetivos y principios de la reciente reforma la OCM del algodón, cuenta con el respaldo inicial del sector.
El documento borrador, cuyas medidas se irán perfilando y definiendo en distintos grupos de trabajo formados por la Administración y los algodoneros, recoge cuatro bloques de medidas diferentes: obligatorias, voluntarias, investigación y transferencia de tecnología.
Con la elaboración de este programa se cumplen los principios de la reciente reforma de la OCM del algodón, que obliga a poner en marcha medidas de desarrollo sostenible y remitir un informe sobre la situación medioambiental del cultivo antes de 2004. Las medidas propuestas por la Consejería cuentan con el respaldo inicial del sector y responden al compromiso de avanzar en las mejoras agroambientales del cultivo.
Respecto a las medidas obligatorias, el programa propone reforzar el control de los niveles de abonados nitrogenado y de residuos plásticos, mejorar los regadíos tradicionales (instalación de contadores y riego por goteo), continuar con el sistema de rotación de cultivo y controlar el manejo de productos y envases fitosanitarios.
Como medidas voluntarias se recogen la utilización de los restos de cosecha como biomasa para la generación de energía eléctrica, el desarrollo de producción integrada, el fomento de las Agrupaciones de Tratamientos Integrados en Agricultura (Atrias), el incremento de las prácticas de laboreo de conservación y la puesta en marcha una programación de riegos para el cultivo.
Por su parte, en el marco de las medidas de investigación, está previsto desarrollar estudios que busquen alternativas al uso de plásticos, que racionalicen la utilización del abonado y que mejoren de eficiencia de los sistemas de riego.
El cultivo del algodón en España se localiza fundamentalmente en el Valle del Guadalquivir y las zonas regables del Guadalete y Barbate, ocupando suelos de vega, terrazas fluviales y marismas recuperadas. Desde el punto de vista mediambiental, los principales aspectos que se tienen que desarrollar se refieren a los sistemas de riego y el uso de maquinaria, plásticos y productos fitosasitarios.
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