Fuente: Madrid/Geoscopio
La potencia instalada durante el 2002 ha permitido sobrepasar a Estados Unidos, convirtiendo a España en la segunda potencia eólica del mundo, por detrás de Alemania.
Los 1.493,34 MW eólicos instalados en nuestro país durante 2002 sitúan a España como segunda potencia mundial en el uso de esta tecnología con un total de 4.830,35 MW, detrás de Alemania (12.001,22 MW) y por delante de Estados Unidos (4.685 MW). Según los datos recopilados por la Asociación de Productores de Energías Renovables-APPA, y contrastados con todas las administraciones autonómicas con las actas de puesta en funcionamiento.
La nueva potencia se instaló principalmente en cuatro comunidades: Galicia (341,5 MW), Castilla y León (323, 85 MW), Aragón (268,99 MW) y Castilla La Mancha (241,49 MW). Por Comunidades Autónomas, el 85% de la potencia instalada se distribuye entre cinco regiones: Galicia (1.314 MW), Castilla-León (741 MW), Aragón (734 MW), Navarra (693 MW) y Castilla-La Mancha(635 MW), acumulando el resto de las Comunidades únicamente 713 MW de potencia.
La Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) hace una valoración muy positiva de este dato pues demuestra que las energías renovables están en el camino de convertirse en una alternativa real a las tecnologías convencionales y que, pese a todos los obstáculos, el sector eólico demuestra un vigor considerable.
APPA se felicita de que la tendencia del primer semestre del pasado año, en el que sólo entraron en funcionamiento 350 MW, se haya rectificado en la segunda parte del año con más de 1.100 MW puestos en funcionamiento.
APPA desea que la reciente bajada de la prima a la energía eólica no se traduzca en unos años en un frenazo a esta dinámica -son necesarios todavía 900 MW al año hasta 2011 para alcanzar los 13.000 MW previstos en el Plan de Infraestructuras- y que el sector siga contribuyendo a dotar a nuestro país de una energía de fuente limpia y autóctona.
En este sentido, los productores de electricidad con fuentes de energía renovables esperan que la anunciada nueva normativa de metodología de tarifas contribuya a despejar de dudas e incertidumbres sobre las tarifas en el escenario futuro.
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