El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, ha puesto la primera piedra de las obras de la presa de La Colada, que se construye sobre el río Guadamatilla, y que está encaminada a resolver de manera definitiva los problemas de abastecerá de agua potable a 100.000 habitantes de 23 municipios de toda la zona norte de Córdoba.

Esta actuación está incluida en el Plan Hidrológico Nacional. La inversión realizada, superior a los 18,2 millones de euros, será financiada en un 75 por ciento por el Fondo de Cohesión y el resto correrá a cargo de la Diputación de Córdoba y de la Sociedad Estatal Hidroguadiana.

La presa de La Colada será una presa de hormigón de 41 metros de altura y 274 metros de longitud que aportará anualmente 32 hectómetros cúbicos. El embalse tendrá una superficie máxima de 608 hectáreas y ocupará terrenos en los municipios de El Viso, Belalcázar e Hinojosa del Duque.

Para el acceso a la presa se construirá una carretera desde la N-502, de Ávila a Espiel, entre las localidades de Santa Eufemia y El Viso. Esta nueva carretera tendrá una longitud de 6.900 metros y su trazado se desarrolla, en gran parte de su recorrido, junto a la Cañada Real de La Mesta.

Un nuevo viaducto de 192 metros de longitud y 17 metros de altura, permitirá salvar un tramo de la carretera local que une El Viso con Hinojosa del Duque, que será inundada en la cola del embalse.

Las obras de esta presa, que se acometen con un amplio consenso social, incluyen además una serie de actuaciones medioambientales encaminadas a la protección de los ecosistemas y del entorno natural del embalse.

Entre estas medidas destacan la deforestación y limpieza del vaso del embalse, que permitirá preservar la calidad de las aguas embalsadas; la creación de islas naturales; la integración paisajística del área afectada; la revegetación y restauración de los caminos rurales.

En este sentido y cumpliendo con las exigencias de la Declaración de Impacto Ambiental de la presa, se realizaron unos estudios de seguimiento y control de la población de la grulla común y la nutria, consideradas especies representativas del ecosistema afectado. Estos estudios permitirán establecer medidas de protección adecuadas durante la ejecución de las obras y su explotación.

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