Fuente: Madrid/Geoscopio
La Asociación Nacional de Empresas Forestales (ASEMFO) quiere aprovechar el XII Congreso
Forestal Mundial (Quebec, 21-28 de septiembre) para subrayar que los bosques son
imprescindibles y su protección asegura nuestro futuro. Pero con lo poco que se invierte
en ellos es imposible asegurar su desarrollo sostenible.
En su mensaje al Gobierno central y autonómico, a la sociedad y a los medios de comunicación,
ASEMFO recuerda que los bosques cubren el 30% de la superficie planetaria, albergan el 80% de
la biodiversidad y cumplen un papel fundamental en el equilibrio de la naturaleza y bienestar
de los ciudadanos. Sin los recursos forestales, 1.500 millones de personas perderían su
principal medio de subsistencia. Pero la crisis que atraviesa el mundo rural y la escasa
inversión pública en su protección, pueden frenar el desarrollo de esta especie de "pulmón
gigante" que son los bosques.
Los bosques son vitales en la lucha contra el calentamiento global. Al almacenar carbono en
los árboles y el suelo, desempeñan una función clave como depósitos de CO2 para frenar el
cambio climático. Bosques sanos y bien ordenados son esenciales para el equilibrio del clima
en el mundo.
Sin embargo, los incendios forestales liberan CO2 a la atmósfera. Y este verano se han cebado
con Portugal, Francia, Italia y España. La Comisión Económica de la ONU para Europa estima en
629.765 las hectáreas de bosques incendiadas. Portugal ha sido el país más afectado, donde las
llamas acabaron con 417.000 hectáreas forestales; en Francia consumieron 54.000 hectáreas;
en España (99.863) y en Italia (58.902). En conjunto, las áreas boscosas calcinadas superan
las destruidas en 2002 (271.954 hectáreas).
ASEMFO coincide plenamente con la comisión de la ONU cuando subraya que "las campañas públicas
de sensibilización, la limpieza de los bosques y los incentivos económicos" reducen las
posibilidades de incendios.
En representación de más del 85% del sector forestal y vocal del Consejo Nacional de Bosques,
ASEMFO da prioridad a la prevención para luchar contra la degradación de los bosques. El dinero
para trabajos forestales proviene fundamentalmente de las inversiones públicas y sin ellas
nuestros bosques no sobrevivirían: unos envejecerían, otros desaparecerían, muchos estarían
sucios, degradados o incendiados, y otros tantos no llegarían a ser puesto que nadie los
plantaría.
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