Fuente: Geoscopio/Madrid.
Asientos de automóvil de cuero con olor a Caribe:
esto es posible gracias al empleo de microcápsulas de plástico. Utilizando una
novedosa tecnología, los investigadores de Bayer Chemicals empaquetan los aromas
más diversos en una finísima nanopelícula para formar minúsculas esferas. Cuando
se pulverizan estas nanoesferas sobre cuero o textiles, estos liberan aromas
relajantes o exóticos al ser tocados.
Esferas transparentes e irisadas que destellan y parecen flotar, apretadísimas
unas encima de otras. ¿Pompas de jabón? ¿bolas de cristal?, ninguna de las dos
cosas. Son microcápsulas de plástico, no visibles a simple vista. El diámetro
real de cada una de ellas es de unos cinco micrómetros, es decir, unas pocas
milésimas de milímetro. Y la particularidad de estas diminutas esferas sólo se
observa al microscopio: sus envolturas son finísimas, pero más sólidas que una
película de agua jabonosa, transparentes y muy elásticas. La película que rodea
la cápsula tiene sólo unos nanómetros de grosor y está formada por un
plásticollamado poliurea.
Parece casi inimaginable que en las esferas quepa nada, sin embargo, en su
interior residen minúsculas cantidades de un compuesto aromático. Al someterse a
presión, la película estalla como si fuera un globo y libera su oloroso
contenido. Esto ocurre, por ejemplo, con el fresco aroma Blue line que se
desprende del asiento de cuero de un automóvil cuando un conductor se recuesta
sobre él.
Blue line es el nombre de una de las dos notas aromáticas que los especialistas
en cuero de Bayer Chemicals han empaquetado en microcápsulas para pulverizarlas
directamente sobre el cuero, finamente distribuidas en un líquido. La otra se
llama Cuir naturelle vitessence y proporciona a los productos de cuero que hoy
en día ya no pueden reconocerse por el olfato el olor familiar a cuero
auténtico.
Estos dos aromas son los primeros de la línea de producto Euderm que esta empresa
química ha desarrollado para la industria del cuero. Está previsto que les sigan
otros aromas y es que las microcápsulas constituyen un vehículo ideal para
olores de toda clase.
Zapatillas deportivas con olor a limón, sillones de cuero que difundan aromas
relajantes o estimulantes o complementos de diseño que ya lleven incorporado un
perfume a juego son algunas de las posibilidades esbozadas por el Dr. Martin
Kleban, especialista en productos de acabado para cuero de Bayer.
POR QUÉ EL CUERO YA NO HUELE A CUERO
Antes, para comprobar la "autenticidad" de una cazadora de cuero, un billetero
nuevo o unos zapatos bastaba olfatear el producto: el comprador potencial sabía
enseguida si se trataba del producto natural o de una imitación barata. El olor
característico era el resultado del curtido de la piel.
En el pasado, el cuero en bruto se trataba con corteza de roble y otras maderas,
y posteriormente con aceites de pescado para proporcionarle elasticidad. Lo que
olía el comprador era una mezcla de estos y otros componentes.
Hoy, la prueba del olfato ya no sirve, porque las cortezas y los aceites del
pescado han sido sustituidos casi en su totalidad por taninos y productos de
acabado sintéticos.
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