Fuente: Geoscopio/Madrid. Este año, en el Día Mundial del Combate contra la Desertificación, marcamos el 10º aniversario de la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación (UNCCD, por sus siglas en inglés), la cual desempeña un papel clave en los esfuerzos mundiales para erradicar la pobreza, lograr un desarrollo sostenible y alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
La Convención es el único instrumento legalmente obligatorio e internacionalmente reconocido que dirige el problema de la degradación de la tierra en áreas rurales con tierra firme. Tiene el placer de contar con una membresía verdaderamente universal de 191 partidos. A través del Fondo Mundial para el Medio Ambiente como su mecanismo de fondos, puede canalizar muchos recursos necesarios para proyectos dirigidos al combate del problema, particularmente en África.
Los riesgos de desertificación son sustanciales y claros. La desertificación debilita la fertilidad de la tierra en el mundo, con pérdidas en la productividad que llegan al 50 por ciento en algunas áreas. Contribuye a la inseguridad en alimento, hambre y pobreza, y puede incrementar las tensiones sociales, económicas y políticas que pueden causar conflictos además de la pobreza y la degradación de la tierra.
Los cálculos actuales muestran que los medios de subsistencia de más de mil millones de personas están en riesgo por la desertificación y que, como consecuencia, 135 millones de personas podrían estar en peligro de ser desalojados de sus tierras. Las personas pobres en zonas rurales, sobre todo en países en vías de desarrollo, son especialmente vulnerables. Por tal motivo, al reconocer la necesidad urgente de dirigir las implicaciones difíciles de alcanzar en este problema, la Asamblea General ha declarado el año 2006 como el año Internacional de los Desiertos y la Desertificación.
En el 10º aniversario de la adopción de la Convención, felicito a todos los accionistas de los logros en la década pasada y los aliento a confirmar y reforzar su compromiso con el proceso de UNCCD. Espero trabajar con los Gobiernos, la sociedad civil, el sector privado, organizaciones internacionales y otros, que enfocan su atención en este asunto crucial, y que hacen de cada día uno en el que podemos dar marcha atrás a la tendencia hacia la desertificación y que ponen el mundo en un camino más seguro y más sostenible hacia el desarrollo.
Kofi Annan
Secretario General de las Naciones Unidas