El estadio Olímpico de Atenas cubierto por policarbonato, está diseñado
por el arquitecto Santiago Calatrava
Miércoles, 11 de Agosto de 2004
Fuente: Geoscopio/Madrid. Cuando se inauguren oficialmente los Juegos Olímpicos de Atenas el día 13 de agosto de este año, la atención del mundo recaerá sobre el estadio Spyridon Louis de esa ciudad.
El techo del estadio ha sido construido a posteriori y es el mayor que se
haya levantado nunca sobre una edificación ya existente. Los elementos del
cerramiento están fabricados con planchas transparentes y sólidas de
policarbonato Makrolon, de Bayer MaterialScience AG. Estas planchas de
tinte azulado proporcionan un ambiente cálido, abierto y luminoso en el
estadio, al tiempo que dejan a los espectadores posar la vista sobre el
cielo griego.
El cerramiento del estadio en el que va a tener lugar la ceremonia de
inauguración resulta verdaderamente olímpico y está considerado como una
maravilla de la ingeniería. Esta impresionante y, a la vez, grácil
estructura ha sido diseñada por el famoso arquitecto español Santiago
Calatrava. No sólo es el techo más grande que haya tenido nunca un
estadio, sino que también es el mayor cerramiento techado que se ha
realizado en el mundo. Además, hasta ahora no se había adaptado nunca a
posteriori un techo de semejantes dimensiones en ningún estadio. El techo
consiste en una estructura colgante dinámica cuyos ejes principales son
dos soportes metálicos arqueados de trescientos metros de longitud que se
elevan en el centro a 78 metros de altura. Estos ejes recorren el estadio
a lo largo y sustentan sendas cúpulas que cuelgan de un soporte de arcos
dobles. En total, el techo pesa 17.000 toneladas y cubre una superficie de
casi 25.000 metros cuadrados. Bajo su superficie pueden cobijarse 75.000
espectadores para protegerse del los rayos de sol y de la lluvia.
Los dos soportes arqueados están provistos de engarces metálicos que se
enganchan en placas de policarbonato de 12 milímetros de grosor y casi
cinco metros por uno de superficie. "Por su gran transparencia y
especialmente por su poco peso en comparación con el cristal, las planchas
de Makrolon resultan especialmente indicadas para este uso. Gracias a sus
características y propiedades en cuanto a la estática, el arquitecto goza
de mayor libertad de diseño", explica el Dr. Peter Schwarz, del
departamento de Business Development de planchas de policarbonato en Bayer
MaterialScience. Las planchas sólo pesan unos 14,4 kilos por metro
cuadrado. Si los elementos fueran de cristal, el peso sería más del doble.
El plástico lleva un aditivo especial que proporciona protección frente al
calor veraniego, ya que las placas reflejan gran parte del calor de los
rayos de sol y sólo deja pasar la luz. Por ese motivo no se calienta tanto
la masa de aire que hay dentro del estadio. Otra ventaja de estas planchas
de plástico, que también están dotadas de una capa exterior resistente a
los arañazos, es que es muy fácil trabajar con ellas. "Se pueden recortar,
perforar y rebanar sin problemas. Y además son resistentes a los golpes.
Esa característica, junto con su bajo peso, facilita enormemente su
manipulación durante el montaje", manifiesta el Dr. Schwarz.
La forma en la que se ejecutó el proyecto resulta casi tan impresionante
como la obra en sí. Para no tener que interrumpir los trabajos de
remodelación del estadio, las dos mitades del cerramiento del techo se
montaron por separado junto al mismo. Una vez concluyeron las reformas más
importantes, las dos cúpulas, de 8.500 toneladas de peso cada una, se
levantaron mediante un mecanismo hidráulico de raíles y patines y se
colocaron sobre el estadio. A continuación se procedió a montar las
planchas de policarbonato.
Bajo la "Calatrava-Dome", que es como se ha dado en denominar a la cúpula
del estadio entre los griegos, se celebrarán todas las competiciones de
atletismo, la final de fútbol masculino y la ceremonia de clausura de los
Juegos. El estadio lleva el nombre de Spyridon Louis, el atleta griego que
resultó vencedor en el maratón de las primeras Olimpiadas de la era
moderna, que se celebraron en Atenas en 1896.
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