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Comienza la construcción del nuevo puente del Ebro
Jueves, 9 de Marzo de 2006
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Fuente: Heraldo de Aragón
La ciudad está cambiando y se nota. A dos años vista de la Expo, los principales proyectos de ciudad han comenzado, excepto la modernización del aeropuerto, y algunos de ellos avanzan muy deprisa. El continuo trajín de camiones y obreros es ya una tónica en la capital aragonesa (Ranillas, el mes que viene Echegaray, la ronda del Rabal, el puente del Milenio...), que se multiplicará conforme se acerque la cita de 2008. El ejemplo más claro es el cierre del Cuarto Cinturón. Las obras arrancaron a principios de agosto y ya en algunas zonas, el trazado se distingue perfectamente. Además, hace unos días comenzó a construirse el puente sobre el Ebro en la margen izquierda del río, a la altura de Pastriz.
El nuevo viaducto (que será el duodécimo de la ciudad, tras el pabellón-puente y el puente del Tercer Milenio, cuyos primeros trabajos ya han comenzado) tendrá 396 metros y será el último de la ciudad aguas abajo. La Unión Temporal de Empresas -Mariano López Navarro y OHL- ha iniciado la construcción de los estribos del puente en la ribera. Después, llegará el pilotaje y la cimentación.
Se apoyará en cuatro pilares pilotados, dos de ellos en el cauce, y cinco vanos de luces. La estructura, cuya zona central se sustentará en una de las isletas del río, trazará una ligera curva y su rasante discurrirá bastante baja, a unos 15 metros sobre la cota de estiaje del curso hídrico. Este puente, al contrario que los existentes, no unirá en línea recta las dos riberas, sino que lo hará en diagonal.
DOS CARRILES POR SENTIDO
La plataforma superior se ha proyectado para dar cabida a dos calzadas (una por sentido) de siete metros de ancho (dos carriles de 3,5 arcén interior de 1 y exterior de 2,5). La mediana entre ambas tendrá 0,8 metros de anchura. Además, la estructura se ha pensado para una posible ampliación futura por el exterior de las calzadas, lo que permitirá ganar un carril extra por sentido.
Pero los trabajos se concentran también en otros focos. Desde el mirador de la carretera de Castellón, justo donde se corta ahora el Cinturón, se contempla el trazado por el que discurrirá esta variante, en terraplén, para llegar hasta el puente. Después el trazado transcurre por la margen izquierda, en paralelo al río para girar hacia el Oeste y tomar, antes de llegar a la confluencia del Ebro con el Gállego, sentido norte. A partir de ahí cruza la actual carretera de Movera (tramo en el que apenas falta el asfaltado) para llegar a Santa Isabel, dirección a la autopista de Barcelona y la N-II.
Precisamente, justo antes de llegar al barrio, se proyecta un enlace mediante una glorieta elevada sobre la nueva autovía para solucionar la conexión con la carretera de Movera y la variante de la N-II, una obra muy demandada por los vecinos. Este nudo tiene dos enlaces: uno para conectar con la antigua nacional y otro que repone la carretera a Villamayor. Desde ahí, el trazado salvará la antigua N-II y la carretera de Montañana mediante un falso túnel de 585 metros, que permitirá llegar a la conexión con la AP-2. El tramo que falta por completar para que la ciudad cuente por fin con una auténtica circunvalación de alta velocidad que la rodee, tiene sólo 6,4 kilómetros, pero es la parte más compleja. Tiene un plazo de ejecución de 31 meses y un presupuesto de 68,4 millones.
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