Meteorología anuncia que 2006 no será otro año de sequía aguda
Miércoles, 22 de Marzo de 2006
Fuente: FUENTE:ABC Sólo en las últimas dos semanas las lluvias han permitido recuperar casi una cuarta parte de la reserva hidráulica perdida entre los meses de julio y octubre
Entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2005 en España cayeron de media 82 litros por metro cuadrado. Desde principios de año hasta ahora, a falta de diez días para que termine el mes de marzo, las precipitaciones medias han sido superiores a los 150 litros por metro cuadrado. ""Grosso modo", ha llovido el doble que el invierno pasado", explica Antonio Mestre, jefe del servicio de Aplicaciones Meteorológicas del Instituto Nacional de Meteorología (INM). Esto, junto con los datos de octubre y noviembre, que registraron precipitaciones por encima de la media histórica desde 1930, hace que estemos ante un año hidrológico (desde el 1 de octubre) "normal con matices", puesto que hay zonas donde no se ha podido compensar el déficit heredado del año anterior.
"Si miramos estos datos de forma aislada -dice Mestre-, estamos ante un año discreto. No excesivamente seco, pero tampoco húmedo. Lo que está claro, puesto que el verano pocas veces cambia el carácter general de un año, es que afortunadamente éste no será un segundo año de sequía meteorológica aguda, como lo fue el año pasado". En este sentido, el informe de tendencia para la primavera, que no es una predicción -advierten en el INM-, "no apunta que vaya a ser húmeda, pero tampoco seca", dice Mestre. "Hay una incertidumbre en torno a los valores normales, con una ligera tendencia a que sea por debajo de lo normal en el suroeste".
Marzo, en los valores normales
Por ahora, en lo que llevamos del mes de marzo, ha llovido una media de 52 litros por metro cuadrado, cuando la media para este mes es de 58 litros. Por tanto, en los veinte primeros días de mes ha llovido casi lo que es normal para el mes entero -apunta el INM-, y con los frentes que se esperan en los próximos días es muy probable que, con lo que aporten de humedad, se alcance el valor normal de marzo.
Y es que sólo en los últimos días ha llovido bastante en gran parte de España, salvo la costa mediterránea. Las precipitaciones más importantes se recogieron durante los días 17 y 18, y afectaron sobre todo a la mitad occidental. Las zonas que más se han beneficiado han sido el oeste de Andalucía, el Sistema Central y Galicia. Así, la precipitación acumulada de los últimos cuatro días en el Sistema Central alcanzó los 100 litros por metro cuadrado, valor que casi se ha alcanzado también en la sierra de Aracena, al norte de la provincia de Huelva; en puntos de la provincia de Málaga y en otras zonas de Andalucía occidental. En Extremadura el valor acumulado ha alcanzado los 40 litros por metro cuadrado.
Pero lo importante, continúa Mestre, es que ahora no haya un parón en las lluvias. "En este momento los suelos están bastante húmedos, salvo en la esquina sureste de la península, por lo que es importante que las precipitaciones continúen porque ahora es cuando sí pueden aportar mucha agua a los embalses, además de la procedente del deshielo". Por tanto, estamos ante una estación primordial a la hora de proveer de agua nuestra despensa, que nos permitiría afrontar los meses de verano con mayor desahogo que el año pasado.
Las reservas de agua se sitúan en 28.661 hectómetros cúbicos, lo que significa un aumento de más de 700 hectómetros en sólo siete días y de más de 1.600 en los últimos catorce días. Porcentualmente la reserva roza el 54 por ciento, cuando a día 1 de marzo no habíamos logrado superar la "barrera psicológica" del 50 por ciento (el 1 de marzo los embalses estaban al 49,4 por ciento de su capacidad). Aunque seguimos estando lejos de los valores medios de los últimos cinco años, lo cierto es que la recuperación experimentada por los embalses ha sido extraordinaria, toda vez que han ganado desde octubre hasta ahora más de lo que perdieron sólo en los tres meses de verano.
Un invierno más frío
Así, frente a los 7.000 hectómetros en que descendió el agua ambalsada entre julio y octubre, lo que nos situó en un nivel desconocido desde la gran sequía que se cerró en 1995, ahora la reserva hidráulica ha aumentado en 8.000 hectómetros, acortando casi a la mitad la distancia que nos separaba de los años anteriores a esta sequía (2003-2004 y 2002-2003) con valores por estas fechas entre 38.000 y 39.000 hectómetros.
Todo gracias a un invierno que ha sido sólo "ligeramente seco", en el que no se han alcanzado los valores normales, dice Antonio Mestre. La anomalía pluviométrica fue del orden de un 10 por ciento: si el valor medio del invierno es de 200 litros por metro cuadrado, éste ha llovido en torno a 170 litros por metro cuadrado. La explicación a este déficit está en que ha sido un invierno más frío de lo normal, producido por una abundancia de situaciones del norte y nordeste, con una anomalía térmica de entre 1 y 1,5 grados centígrados sobre la media de los últimos treinta años, explican en el INM.
Como nunca llueve a gusto de todos, en la vertiente mediterránea llovió durante el invierno lo normal o incluso más, a excepción del norte de la Comunidad Valenciana; muy lluviosa se considera la estación en ambos archipiélagos, mientras que en el resto los valores de lluvia rozan lo normal o se quedan por debajo. En este último caso están la mayor parte de la vertiente atlántica de Galicia, Madrid, las dos Castillas y Extremadura, con un déficit de entre el 60 y el 80 por ciento sobre el valor normal. En cambio, Andalucía ha sufrido una anomalía pluviométrica más acusada, aunque una parte se ha visto compensada por las precipitaciones abundantes de los últimos días, que sobre todo "han beneficiado al suroeste peninsular", insiste Mestre.
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