Fuente: ARCELOR En Brasil, la Companhia Agricola e Forestal (CAF), que pertenece a Arcelor, dispone de más de 100.000 hectáreas de eucaliptos destinados a proporcionar carbón vegetal para los altos hornos. Estas plantaciones ayudan a aliviar la factura medioambiental de la producción del acero.
La vida del eucalipto comienza en el vivero, donde los empleados (4.400 directos y 14.000 indirectos) clasifican unas 190.000 plantas al día. Los mejores retoños son seleccionados y plantados: seis años después el eucalipto adulto puede alcanzar los 25 metros de altura.
La madera se transforma por pirolisis a más de 300º Celsius. El carbón vegetal de calidad resultante alimentará, junto al mineral de hierro, los altos hornos para producir arrabio (hierro fundido), reemplazando así al coque.
Los beneficios medioambientales del uso del carbón vegetal son evidentes: durante su crecimiento, los eucaliptos absorben más gas carbónico en la atmósfera del que producirán al quemar.
En línea con su compromiso social y medioambiental, Arcelor tiene la intención de potenciar la producción de este combustible biológico, que ya cubre el 2,5 % de las necesidades del Grupo en el mundo.