Premio Nacional de Arquitectura 
En la edición del año pasado, el Premio Nacional de Arquitectura, valoró la excepcional trayectoria profesional de Matilde Ucelay, la primera mujer titulada en Arquitectura en nuestro país, que, con sus trabajos, abrió camino en una disciplina, hasta entonces, dominada por hombres. 

El Premio Nacional de Arquitectura reconoce el trabajo y la trayectoria de aquellos profesionales que pongan de relieve en sus trabajos los aspectos estéticos, sociales, económicos, tecnológicos y medioambientales de la Arquitectura.

Premio Nacional de Urbanismo
El Premio Nacional de Urbanismo, que junto con el Premio Nacional a la Calidad de la Vivienda, se convoca este año por segunda vez, presenta dos modalidades. En una de ellas se premia un trabajo, plan o proyecto de ordenación urbanística, que haya contribuido a la mejora de vida de los ciudadanos, a un desarrollo sostenible y a un medio urbano más estético. En la segunda modalidad, se reconoce la excelencia del trabajo periodístico en materia de urbanismo y ordenación territorial.

Jesús Gago Dávila y José María García-Pablos Ripio, fueron los galardonados en la edición el pasado año por su trabajo en el desarrollo urbano de Fuenlabrada en Madrid.

En la modalidad del trabajo periodístico, la arquitecta María Rubert de Ventós, recibió el premio a la Iniciativa Periodística por sus numerosos artículos en la materia, abordados con un lenguaje comprensible y atractivo.

Premio Nacional a la Calidad de la Vivienda 
Finalmente, con el Premio Nacional a la Calidad de la Vivienda se estimula la calidad arquitectónica de las promociones inmobiliarias residenciales, tanto públicas como privadas, en edificios y en agrupaciones, incluidos sus espacios urbanos asociados. 

En la categoría de promoción privada, el año pasado, se reconoció el proyecto de los arquitectos Francisco Lacruz Abad y Alejandro San Felipe Berna, por un edificio de 104 viviendas en el polígono 14, de Huesca. Un premio otorgado por la calidad arquitectónica del edificio de viviendas libres, que fueron vendidas a precios económicos, en la ciudad de Huesca. 

En promoción pública fue elegido el proyecto de los arquitectos María José Pizarro y Oscar Rueda, por un edificio de 43 viviendas. El jurado valoró la construcción mediante paneles prefabricados y la elaboración de nuevas propuestas para el uso de las viviendas protegidas.