Las obras de Modernización de Regadíos de la Comunidad de Usuarios del Campo de Níjar, en Almería, Fase I, se encuentran próximas a su finalización. Actualmente sólo queda pendiente la instalación del GIS y el plan de mantenimiento para dar por concluidos los trabajos correspondientes a esta primera fase. Las dos fases de los trabajos de modernización han sido programadas por el MAPA y promovidas por SEIASA del Sur y Este. 

Por lo que respecta a la Fase II, que se ocupará de llevar agua a cada peticionario a través de las redes complementarias, las obras ya han dado comienzo. En este marco, se ha realizado una voladura controlada en el paraje de El Olivar donde se ubicará la Balsa de regulación número 2, cuya capacidad de almacenaje será de 97.000 m3. Además, se han terminado los movimientos de tierra en las balsas número 7, denominada Pozo Ibáñez, y la número 4, ubicada en la Zona IV. Asimismo se ha iniciado el desbroce de la balsa número 6, situada en la Zona 1, y los trabajos en la parcela donde se instalará el Centro de Control. A la detonación asistieron los presidentes de SEIASA del Sur y Este y de la Comunidad de Regantes, además de representantes de las distintas empresas que ejecutan los trabajos. 

Una vez que la construcción de las redes de distribución primarias que unen las cabeceras de cada Comunidad de regantes a la Desaladora de Carboneras está finalizando, se hacía necesario completar la modernización de regadíos con la ejecución de esta segunda fase que, presupuestada en más de 36 millones de euros, contempla la construcción de 5 balsas de regulación, redes de riego complementarias, - más de 450 km de tuberías -, y un sistema de telecontrol. 

La Comunidad de Usuarios de la Comarca de Níjar la componen 1.300 agricultores. La superficie regable beneficiada por el proyecto abarca 7.000 hectáreas de terreno cultivado principalmente por productos hortícolas, aunque también existen frutales y arbolados. 

Cuando finalicen los trabajos bajarán sensiblemente las extracciones de agua del acuífero, que actualmente se encuentra sobre explotado, gracias a la aportación de la Desaladora de Carboneras, contribuyendo así a la sostenibilidad del medio ambiente.