Fuente: Geoscopio/Madrid.
• De esta cantidad, 62 hectómetro cúbicos irán destinados al abastecimiento humano de los municipios de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla y de los municipios almerienses dependientes de la entidad pública Galasa.
• Con carácter prioritario se enviarán 10 hectómetros cúbicos para aliviar la difícil situación del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, aprovechando la humedad actual del cauce del río Cigüela por donde transcurrirá el agua trasvasada.
• Los regantes recibirán 20 hectómetros cúbicos para mejorar las condiciones de los cultivos leñosos.
El Gobierno, oídos los Ministerios de Medio Ambiente y de Agricultura, ha aprobado un trasvase de 92 hectómetros cúbicos a través del Acueducto Tajo-Segura hasta el final del año hidrológico actual, durante los meses de junio, julio, agosto y
septiembre, dada la difícil situación en que se encuentran las cuencas del Segura, Júcar y Almanzora.
El ritmo de trasvase será de 23 hectómetros cúbicos mensuales, con lo que se cumple la regla de explotación y se permite recuperar el sistema y garantizar los usos de la cuenca del Tajo.
De la cantidad total autorizada, 62 hectómetro cúbicos servirán para mejorar el abastecimiento humano de la población atendida por la Mancomunidad de los Canales del Taibilla (2,5 millones de personas de 79 municipios de Murcia, Alicante y Albacete) y a los municipios almerienses dependientes de la entidad pública GALASA.
Dada la difícil situación por la que atraviesa el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, el Gobierno ha decidido autorizar, con carácter prioritario, el envío de 10 hectómetros cúbicos aprovechando el estado actual de humedad en que se encuentra el cauce del río Cigüela, por donde habrá de transcurrir el agua trasvasada a este Parque.
El resto de la cantidad para trasvasar, 20 hectómetros cúbicos, se destinará a los cultivos leñosos de las zonas servidas por el Acueducto Tajo-Segura, como riego de socorro.
Mantener los hábitos de ahorro frente a la sequía
El Gobierno pide a la población que siga manteniendo sus hábitos de ahorro, concienciación y sensibilidad frente a la delicada situación en la que nos encontramos en las zonas en las que persisten las condiciones de sequía: cuencas del Júcar, Segura, Cabecera del Tajo, cuenca del Guadalquivir y del Almanzora.
El Consejo de Ministros ha tomado esta decisión extremando los mismos criterios de máxima precaución, prudencia, racionalidad y cautela que ha empleado en cada una de las anteriores reuniones que han abordado este tema, dando absoluta prioridad a garantizar el abastecimiento humano.
Desde que comenzó el periodo de sequía, el Gobierno ha invertido más de 620 millones de euros en actuaciones de urgencia y emergencia, de los cuales más del 40 por ciento han ido destinados a la cuenca del Segura. Además, ha acelerado la puesta en funcionamiento de las plantas desalinizadoras previstas en el Programa A.G.U.A. y ha adoptado numerosas medidas de gestión, con lo que se han evitado las restricciones en las ciudades en el periodo más grave de sequía registrado en España.
En este sentido, cabe destacar la puesta en marcha de la planta desalinizadora de San Pedro del Pinatar II que aportará 24 hectómetros cúbicos anuales de agua a la población atendida por la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, así como el
reciente inicio de la construcción de la planta de Torrevieja (Alicante). Gracias al impulso del Programa A.G.U.A. la cifra total de agua procedente de la desalinización para esta zona, en este año hidrológico, ascenderá a 74 hectómetros cúbicos una vez entre en marcha, próximamente, la planta de Valdelentisco.
El Gobierno pide a todas las fuerzas políticas en Castilla-La Mancha, Murcia, Comunidad Valencia y Andalucía la máxima responsabilidad ante la delicada situación de sequía que afecta, por tercer año, de forma significativa a dichos territorios.
Asimismo, reitera su compromiso de impulsar la reorientación de la política del agua en toda España, iniciada al comienzo de esta legislatura, para mejorar el control público del uso del agua –tanto superficial como subterránea–, así como su calidad, acelerando el proceso de modernización de los regadíos y el incremento en el ahorro y la eficiencia en el consumo de agua, para garantizar, de forma estable, la disponibilidad de agua de buena calidad, incluso en los periodos de sequía.
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