El presidente del Observatorio Medioambiental de Andalucía, Fernando Martínez Salcedo, para quien es necesario planificar medidas en esta materia consensuadas por la administración pública y empresarios, apostó por “acentuar los cambios en la ocupación turística y en su consumo de recursos, como es la construcción, si queremos que sea una actividad sostenible".

"Se saca más de la hucha de lo que se mete", advirtió Martínez Salcedo, en referencia a los recursos naturales y limitados de la comunidad "que deben ser protegidos por un desarrollo turístico ordenado".

Por su parte, el director de la escuela de negocios, EOI Andalucía, Joaquín García-Tapial, aplaudió la llegada de medidas tendentes a la sostenibilidad de la construcción y que repercute directamente en el sector turístico, como son el Código Técnico de Edificación o el Plan de Ordenación Territorial de Andalucía (POTA).

Tras asegurar que la mayoría del sector empresarial "suele respetar la legislación", García-Tapial advirtió de que existen ciertos empresarios que llevan las leyes "al límite", lo que repercute negativamente en los recursos de Andalucía. "Todas las medidas que hagan compatible el desarrollo económico con la sostenibilidad de la región son positivas", añadió.

El 81% de los 70 expertos y profesionales sobre medio ambiente que han contribuido en la elaboración del informe, apunta que en Andalucía "no se respetan suficientemente las medidas para limitar la expansión urbanística con fines turísticos, en particular, la residencia secundaria". El 78% opina que el sector de la construcción no aplica suficientes medidas para minimizar el impacto de su actividad sobre el medio ambiente.

Del informe se desprende que en cuanto al sector turístico en general, el aumento del 4,1% del Valor Añadido Bruto es inferior a los crecimientos registrados atribuibles al turismo en el consumo de energía final (del 9,5%), en la generación de residuos sólidos urbanos (del 18,8%) y en el consumo de agua de abastecimiento urbano, que aumentó el 9,9%.

Sin embargo, los datos de 2005 mejoran ligeramente sobre el año anterior, en el que la presión ambiental creció de forma más acusada que los indicadores económicos y sociales, debido al considerable crecimiento en la demanda turística en alojamientos rurales.

Según el director de la EOI, "la sostenibilidad en Andalucía es buena, aunque los esfuerzos encaminados a lograrla son todavía insuficientes".