Este proceso tiene como misión
la separación por medios físicos de los sólidos en suspensión no
retenidos en el tratamiento previo. Esta fase resulta obligada para
vertidos urbanos próximos a zonas de baño o para núcleos de población
superiores a los 50.000 habitantes.
Se emplea un sistema denominado
decantador primario- que consta de una cuba, por lo general de forma
circular, con fondo ligeramente inclinado hacia el centro y provistos
de rasquetas que barren el fondo con el fin de conseguir una concentración
en los fangos. Puede completarse con unas rasquetas que superficiales
que permiten recuperar las materias flotantes y espumas.
El agua, una vez tratada, se
recoge por medio de vertederos periféricos desde donde pasa a las
siguientes operaciones de tratamiento o bien es evacuada hacia el
exterior, para su vertido.
Los decantadores primarios
hacen posible, por tanto:
Eliminar las espumas y elementos
flotantes.
Obtener fangos concentrados.
Eliminar los malos olores mediante
una oxigenación de los fangos.
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